En esta sección se inicia la exploración de la expansión periurbana en la escala de la región bajo estudio. En este sentido, y para generar un antecedente sobre esta evolución, se hace uso de información geoespacial de tres fuentes de información: las áreas geoestadísticas básicas (AGEBs) del INEGI en los años 2005, 2010 y 2015; el Directorio de Unidades Económicas, también del INEGI en los años 2010, 2014 y 2018; y, el mapa de uso y cobertura de suelo de alta resolución (10 metros) de México y Centroamérica obtenido a partir de datos satelitales de Sentinel 2A y 2B durante el período 2016 y 2017 por un equipo de investigación de la Agencia Espacial Europea y de la Universidad Católica de Lovaina.

El comparativo de la cartografía de AGEBs permite detectar un patrón general de crecimiento en las áreas periféricas de las concentraciones de población; patrón que prevalece independientemente del tamaño de la concentración y cuya tendencia en términos de superficie se puede apreciar en la Gráfica 7, donde se destaca a San Miguel de Allende como el área urbana que proporcionalmente más aumentó su territorio urbano; a las zonas metropolitanas de León, San Luis Potosí y Querétaro las que, en términos absolutos, más expandieron su mancha urbana y a Aguascalientes, Celaya y Guanajuato por mantener un ritmo relevante de crecimiento desde el 2005.

Gráfica 7. Expansión de las AGEB’s urbanas de 2005 a 2015

Fuente: Elaboración propia con datos del Marco Geoestadístico Nacional 2015

Resulta de interés observar en el Mapa 10, los indicios de un desarrollo de patrones lineales de expansión de las localidades urbanas, específicamente en el corredor del Bajío. Éstas crecen a lo largo de las carreteras, siendo los que exhiben una tendencia más clara los que van de Irapuato a Guanajuato o de Celaya a Salamanca. No obstante en términos de la identificación del crecimiento periurbano esta fuente tiene ciertas limitaciones ya que las AGEBs urbanas únicamente detectan el crecimiento de la interfaz periurbana al interior de las localidades urbanas.[1] Así hay una parte de esta expansión que queda fuera de su alcance.

En este sentido se exploró la geolocalización de las unidades económicas del DENUE, tanto en términos generales, como a partir de un desglose de sus industrias. El mapa 11 presenta la geolocalización de las industrias manufactureras de la región y en él se pueden distinguir aquellas que se localizan fuera de las manzanas de las AGEBs urbanas y, consecuentemente fuera de las localidades con más de 2,500 habitantes.  Este dato ofrece un indicio interesante, tanto en relación al patrón de expansión del medio construido en la región a lo largo de los ejes carreteros, como de la dinámica que sigue el desarrollo de la interfaz periurbana.

La evolución de las formas de expansión se puede observar con las tendencias de geolocalización de industrias en el tiempo. En este sentido, se exploró la ubicación de distintos tipos de industrias y se encontró que las de tecnología alta de la región son pocas (125 unidades económicas) y en su mayoría se han localizado y se localizan al interior de las zonas metropolitanas de Aguascalientes, Querétaro, León y en menor medida de San Luis Potosí.[1] Mientras que industrias con menor tecnificación se ubican de manera dispersa en prácticamente toda la región; como los casos de la industria alimentaria o la de textiles. También es el caso de la industria del cuero y el calzado que es tradicional de la zona y cuyas unidades económicas se encuentran altamente concentradas en las zonas metropolitanas de León y San Francisco del Rincón; y, en menor medida, de Aguascalientes.  Donde se encontró una asociación más clara de expansión industrial periurbana con el patrón en corredores fue en las industrias de tecnología media-alta.[2] En el mapa 12 es posible observar los corredores de establecimientos industriales a lo largo de las carreteras que unen Celaya, Salamanca e  Irapuato y desde ahí  hacia León o hacia Guanajuato. También se puede observar una expansión creciente de estas industrias desde Querétaro por los libramientos carreteros hacia San Miguel de Allende o San Luis Potosí. Por su parte el mapa 13 da cuenta de la expansión de la industria automotriz que, pasó de 215 unidades económicas en 2010 a 477 en 2018; muchas de ellas ubicadas en el territorio urbano de las zonas metropolitanas de la región, pero con una presencia creciente en la intersección de los libramientos carreteros de Querétaro hacia San Miguel de Allende y hacia San Luis Potosí.

 Mapa 10. Expansión urbana detectada en la cartografía de Áreas Geoestadísticas Básicas

Fuente: Elaboración propia con datos de INEG, Marco Geoestadístico Nacional

Mapa 11. Industrias Manufactureras.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI, DENUE 2014.

 

Mapa 12. Localización de unidades económicas en industria de tecnología media-alta

2010, 2014 Y 2018

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI, DENUE. 2010, 2014 y 2018

Mapa 13. Localización de unidades económicas en industria automotriz

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI, DENUE. 2010, 2014 y 2018

Este primer indicio sobre la naturaleza de la expansión periurbana en la región, se complementó con una visualización satelital de la región del Mapa de uso y cobertura de suelo de Mesoamérica de ESA CCI Land Cover. Es un mapa de uso y cobertura de suelo de alta resolución (10 metros) de México y Centroamérica obtenido a partir de datos satelitales de Sentinel 2A y 2B durante el período 2016 y 2017 por un equipo de investigación de la Agencia Espacial Europea y de la Universidad Católica de Lovaina.

El mapa 14 presenta esta visualización en un área específica de la región bajo estudio y en ella es posible detectar los usos del suelo presentes en zonas que se pueden aproximar en términos del concepto de interfaz rural-urbana. Zonas que, por un lado, rebasan las áreas geoestadísticas básicas urbanas del 2015 (delineadas en café) y son relativamente coincidente con zonas de ubicación industrial y que por otro lado combinan usos del suelo indicativos de actividad industrial, actividad agrícola y edificaciones comerciales o habitacionales. En el ejemplo que se presenta en el Mapa 16 se resalta un espacio con estas características que se extiende a lo largo de la carretera que conecta Salamanca e Irapuato. En el extremo superior del este espacio se ubica un parque industrial y hacia el sureste un espacio con usos mixtos. En el primer caso (recuadro A) se estimó que de una superficie total de 444 hectáreas el 44% son áreas de cultivo, el 37.13%, están construidas, el 9.73% están cubiertas por árboles, el 5.63% por pastizales, 1.9 por arbustos, 1.6 son áreas desnudas y.01% por agua. En el segundo caso (recuadro B) estos porcentajes se refieren a un total de 222.5 hectáreas y representan: 58.7 áreas de cultivo, 21.8 áreas construidas, 10.6 áreas cubiertas por árboles, 3.5 por pastizales, 2.9 pro arbustos, 1.7 son áreas desnudas y 0.8 son agua. La mezcla de usos del suelo es así indicativa de espacios con usos mixtos y dinámicas que dan cuenta de lo difuso de la división urbano/rural en los mismos.

El mapa de uso y cobertura de suelo de Mesoamérica de ESA CCI Land Cover se usará como mapa base para la estimación de la evolución del medio construido en la región Metropolitana Centro País, que se derive del monitoreo a partir del procesamiento periódico de imágenes de Sentinel 2 para extraer la máscara urbana en la segunda etapa de este proyecto. En esta etapa se desarrollarán indicadores para diferenciar las formas y ritmos de expansión periurbana que se observan en distintas áreas de la región bajo estudio; mismas que serán de interés para informar entre otras, la política de desarrollo urbano sustentable y los procesos de planeación de ordenamiento territorial. 

Mapa 14. Cobertura del medio construido. Acercamiento a la expansión a lo largo de la carretera federal entre Salamanca e Irapuato

Fuente: Elaboración propia con datos de ESA- UCL CCI Mesoamérica 2015

Con esta primera exploración se definirán las zonas donde se considera relevante centrar el monitoreo de la expansión periurbana en la región CMCP; misma que se llevará a cabo con series de imágenes de los satélites Sentinel de la ESA y a lo largo de la segunda etapa de este proyecto

El enfoque de espacio/tiempo en el análisis regional no se ha abordado por la falta de datos para caracterizar su forma y dar seguimiento a su evolución en el tiempo. Por otro lado, la expansión del medio construido en México ha sido ya objeto de estudio con base en información geoespacial de sensores satelitales, pero estos estudios integran la dimensión temporal solo en dos o tres períodos y algunos de ellos se actualizan en períodos relativamente largos. En este proyecto el monitoreo del crecimiento urbano abordará la evolución de la distribución de áreas construidas, construcciones aisladas en el interfaz urbano/rural y la infraestructura de conexión en la región en períodos trimestrales y por tres años consecutivos.

Esta información podrá asociarse con las relaciones funcionales que ocurren en esta región urbana e inciden en su construcción y evolución espacial. Permitirá analizar la distribución espacial de diversos tipos de asentamientos, las formas de urbanización periférica, la cobertura y características salientes de los espacios de transición urbano/rural y su asociación con diversos factores de la economía espacial, así como con la formación de economías de aglomeración o de diversos mercados.

A manera de conclusión

Este estudio de caso aborda el análisis del fenómeno urbano en la escala regional, a partir de la atención en tres aspectos de los procesos de urbanización que se retroalimentan entre sí: la agrupación espacial de las áreas urbanas en la región, las relaciones funcionales que se dan entre estas áreas urbanas; y, las particularidades de la expansión en las zonas periurbanas. La región urbana objeto de este estudio es el Corredor Metropolitano Centro País (CMCP), que se integra por 10 zonas metropolitanas y cuatro conurbaciones en un territorio que se extiende en las entidades de Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato y Aguascalientes.

La evolución territorial del CMCP ha sido objeto de escasos análisis y representa una dinámica urbana y económica relevante como objeto de investigación, planeación y política pública. En su territorio coexisten muchos tipos de economías de aglomeración, interacciones económicas y redes de relaciones. Por su dinámica poblacional, posición geográfica y relaciones funcionales entre sus aglomeraciones urbanas, es posible anticipar una dinámica urbana compleja cuya comprensión y posible ordenamiento requiere de mayor estudio.

En este reporte preliminar se abordaron algunos avances del estudio de caso relativo a la expansión del medio construido en la región urbana CMCP. En el mismo se perfilaron algunos procesos que son clave en su dinámica y que se yuxtaponen y expresan en la forma particular que asume su expansión periurbana. Entre ellos: el crecimiento de la población, la identificación de la estructura urbana de la región y sus ciudades dominantes, la atracción que ejercen sus centros de mercado, el papel de nexo de algunas de sus conurbaciones o el despliegue de relaciones funcionales más estrechas entre los aglomerados urbanos del Corredor Bajío. Por ejemplo, el análisis de los viajes al trabajo permitió destacar que las conurbaciones de Irapuato y Salamanca funcionan como goznes entre las zonas metropolitanas de Celaya y León, generando una especie de corredor urbano.

Esta forma de urbanización guarda una relación cercana con el desarrollo de formas periurbanas que se articulan a lo largo de ejes carreteros, que cruzan las divisiones político administrativas de los municipios y zonas metropolitanas y que son posibles de visualizar a partir de tres fuentes de datos geoespaciales: las AGEBs urbanas de 2005, 2010 y 205, el DENUE de 2010, 2014 y 2018 y Mapa de uso y cobertura de suelo de 2015 de Mesoamérica de ESA CCI Land Cover. Las tres fuentes de información dieron indicios de un desarrollo periurbano en corredores a lo largo de las principales carreteras, principalmente de Irapuato a Guanajuato, de Celaya a Salamanca y de Querétaro hacia el entronque carretero que va a San Miguel Allende o San Luis Potosí.  De particular interés es la detección de industrias ubicadas en AGEBs rurales. Las industrias ahí asentadas benefician su localización por su cercanía y accesibilidad a mercados urbanos de servicios, mercancías y mano de obra; y por estar asentadas en suelo más barato que el suelo urbano. Los datos de las AGEBs rurales no alcanzan a mostrar la existencia de otro tipo de edificaciones que las acompañen o complementen, pero la geolocalización industrial es indicativa de la existencia de interfaces periurbanas cuyas características requieren de mayor estudio y cuya expansión requiere de un seguimiento más frecuente que los períodos quinquenales con que se actualizan los marcos estadísticos oficiales. El monitoreo con base en series en el tiempo de imágenes de satélite permitirá cubrir de mejor manera la caracterización de estos espacios en términos de la clasificación de la mezcla de tipos de cobertura del suelo y su cambio en el tiempo. Estos temas serán objeto de la segunda etapa de este proyecto.

En este sentido en la segunda etapa, el caso de estudio ilustrará el valor agregado de dar un seguimiento cercano a la dinámica de expansión urbana del CMCP en el tiempo. Esto se hará a través de la aplicación de metodologías de percepción remota y procesamiento digital de imágenes de los satélites Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea. El monitoreo  de la expansión periurbana del medio construido de 2016 al 2018, permitirá analizar  la distribución y evolución espacial de diversos tipos de asentamientos, la cobertura y características salientes de los espacios de transición urbano-rural y  su relación con diversos factores de la economía espacial, la formación de economías de aglomeración y de diversos mercados; así como aportar una base información geoespacial para guiar estrategias de desarrollo sustentable de la región urbana. Así, el valor agregado del monitoreo de la expansión urbana se prevé en términos de su aporte a políticas y programas de desarrollo urbano de más largo aliento, que consideren las diversas formas en que estos territorios se valoran por distintos actores interesados que logran (o no) apropiarse de su suelo y sus recursos, los factores principales que inciden en su formación y las externalidades que conlleva en los ámbitos socioeconómico y ecológico.

La riqueza de datos provenientes de imágenes satelitales aunado al uso riguroso del análisis espacial puede proveer a la política pública y a la sociedad civil de las herramientas que permitirán un diagnóstico correcto y una evaluación robusta de las alternativas de expansión urbana.

La expansión periurbana del CMCP ha perfilado un proceso de urbanización carente de instrumentos de planificación y coordinación metropolitana que se suma a la actividad desregulada de empresas inmobiliarias y a formas de localización industrial fuera del suelo urbano. Esta forma de expansión es proclive a generar una dinámica marcada, entre otros factores, por asentamientos irregulares, transporte de mala calidad y contaminante, tiempos excesivos de viajes cotidianos para trabajar, asistir a la escuela o acceder a un servicio.

Cuando el crecimiento urbano supera las capacidades del suelo desarrollado y regulado, se manifiesta en una expansión periférica o sprawling que rebasa jurisdicciones administrativas, es desordenada y con frecuencia es informal, provoca problemas de segregación social y espacial, da lugar a agrupamientos metropolitanos no planeados, y conlleva la conversión del suelo rural, la pérdida de suelo agropecuario y deterioro ambiental.

El análisis de la expansión periurbana en la región permitirá atender los problemas que, en términos de sustentabilidad ambiental y bienestar social, afrontan los grupos sociales que se asientan en estas zonas de transición y proponer alternativas para incorporarlas a procesos más equitativos de provisión de servicios y de uso y apropiación del suelo y de los recursos naturales.

En México hay pocos estudios empíricos que aborden la evolución de procesos territoriales en la escala regional. Hay una necesidad de analizar procesos cuya construcción y dinámica han sido emblemáticos en el desarrollo territorial del país y cuya evolución tiene implicaciones en la economía, el desarrollo, el bienestar y la seguridad de las sociedades. Centrar el análisis en la construcción de la dinámica territorial constituye un enfoque que se anticipa al surgimiento de los problemas y ofrece el potencial de informar procesos de planeación espacial y el diseño de políticas públicas que persigan objetivos de planeación territorial.

 

Exploración de la expansión periurbana

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