Es muy importante destacar que se trata de potenciar la resiliencia del sistema socio-ecológico (SSE) formado por la ciudad y sus territorios de pertenencia, dicho de otra manera, potenciar la resiliencia de la ciudad en su territorio.

Para que el SSE sea más resiliente el subsistema ciudad debe transformarse, lo mismo que los hábitos de producción y consumo en los territorios involucrados, buscando dar lugar que renazca flora y fauna, se restituyan los ecosistemas y brinden mejores servicios ambientales.

El SSE es la integración de los territorios de pertenencia con la ciudad, convirtiendose en la ciudad en su territorio (CEPAL), Se trata entonces de hacer un sistema más resistente, más flexible, menos vulnerable y con las mejores relaciones con sus condiciones de contorno. Ir logrando una gestión adecuada de estos cuatro componentes es incrementar las capacidades adaptativas del sistema, aspecto fundamental de una sociedad sostenible.

Restablecer las relaciones entre la ciudad y el (su) campo, el lograr un buen nivel de autodependencia alimentaria es crucial, el establecer conversaciones permanentes entre las personas del campo y la ciudad permite recobrar el sentido solidario de comunidad que se suele perder en las ciudades, el intercambio de cosmovisiones, el fortalecimiento de la cultura, música, paisaje, gastronomía, humor, supone nueva vitalidad para el que da y para el que recibe y viceversa.

Para avanzar se requiere que la dinámica de la sociedad sea la igualdad y subordinar el lucro a ello, los procesos por la iguadad son básicos para incrementar la capacidad adaptativa que conducen a las sociedad sostenible. La lógica del lucro fortalece los obstáculos para contar con mayor resiliencia y que a nivel planetario los tres principales son los efectos del cambio climático, la fragilidad de los ecosistemas y la inestabilidad geopolítica.

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