La vulnerabilidad es la susceptibilidad de una población, sistema o lugar dado, para sufrir algún daño por exposición a una amenaza y que afecta directamente su capacidad de prepararse, responder y recuperarse de los desastres (Cutter et al., 2009).
El análisis de la Vulnerabilidad Social debe ser tomado en cuenta como un factor clave que actúa en la conformación del riesgo ante posibles desastres, a través de la promoción o debilitamiento de la resiliencia y la adaptación social. La “vulnerabilidad social” es un concepto central para predecir y entender la existencia de impactos diferenciados en los distintos grupos de una sociedad, dado que son las características internas de los elementos expuestos a las amenazas las que los hacen propensos a sufrir mayores o menores daños al ser impactados por éstas.
La vulnerabilidad social tiene que ver explícitamente con los factores demográficos y socioeconómicos que incrementan o atenúan los impactos de los eventos de riesgo en las poblaciones locales; es decir, la vulnerabilidad social ayuda a definir quién está en riesgo y en qué grado puede verse perjudicado.
Se calcula la vulnerabilidad social con indicadores sociales utilizando la metodología del panel intergubernamental de cambio climático (IPCC, 2007); de igual forma el mapa de vulnerabilidad económica se utilizan indicadores económicos y finalmente para vulnerabilidad ambiental indicadores ambientales.