Como se adelantó en la propuesta original, los estudios de caso de este proyecto se sustentan desde la Ciencia Regional, entre cuyos requerimientos metodológicos están el enfoque multidisciplinario y el análisis empírico sobre las determinantes o factores de la dinámica territorial. Este análisis adopta perspectivas teórico metodológicas de diversas disciplinas que, como la geografía económica o social, las ciencias ambientales, la economía urbana o la teoría de planeación espacial, investigan las relaciones que ocurren en el espacio geográfico y que, a lo largo de un proceso histórico, construyen y transforman al territorio. Este proyecto se posiciona en este marco, al basar el análisis empírico de las regiones bajo estudio en información geoespacial y en técnicas y modelos de análisis espacial de datos de series en el tiempo de imágenes satelitales.

El estudio del fenómeno urbano en la escala regional ha estado en la agenda académica por mucho tiempo. Desde fines del siglo XIX, Geddes observaba que la presión de fuerzas económicas y sociales daba cauce a la concentración del desarrollo urbano en ciertas regiones y a la formación de conurbaciones. Por ello, proponía analizar los patrones de asentamientos fuera de los límites convencionales de la ciudad y subsumir la planeación en la escala de la ciudad-región o en regiones urbanas que comprenderían muchos pueblos y sus áreas de influencia y, en las cuales, la intensidad de la actividad se canalizaba a través de las redes de transporte. (Hall 1988).

El fenómeno urbano en la escala regional ha sido por décadas un tema de interés académico, que ha cobrado renovada atención desde inicios del siglo XXI.  Para algunos, este interés responde a la necesidad de gestionar las llamadas megaciudades cuya huella ecológica tendrá un gran impacto en el medio ambiente, en patrones de uso del suelo, en la transformación espacial y en la vida de sus habitantes (Xu y Yeh 2011:1). Para otros, el interés en la región urbana deriva de su potencial para generar valor y competir e insertarse en la economía global (Scott 2001 o Sassen 2011).

Múltiples autores señalan la necesidad de poner más atención en la forma urbana que emerge de la agrupación espacial en una región y de las relaciones que se dan entre las ciudades que la integran. Entre otros: Antikainen 2005, Van Houtum and Lagendijk 2001, y Turok 2004. En el recuento que en 2004 hace Borja sobre la entonces nueva realidad urbana, destaca su complejidad y diversidad de escala y reseña un conjunto de factores que revalorizan la importancia política de regiones y de grandes ciudades. Entre ellas señala “la urbanización regionalizada y el paso de zonas metropolitanas a regiones urbanas con un gran centro que articula una red de centros pequeños y medianos (o un sistemas de ciudades relativamente equilibrado como en el centro de Italia o en el País Vasco), que se posicionan como actores en la vida política, económica y cultural nacional o internacional” (Borja 2004:33)

El enfoque en la región urbana abarca más que la mera manifestación física del medio construido en el espacio y apela a una visión relacional de la constitución de lo urbano. En esta escala se desarrollan relaciones funcionales entre sus componentes que son de suma relevancia en la integración de mercados de trabajo o de servicios, en el encadenamiento de actividades económicas (cercanas o lejanas) o en la consolidación de la identidad territorial. Es una escala relevante en términos del análisis de múltiples fenómenos, como pueden ser los flujos y patrones de viaje, la migración, los modelos de uso espacial del suelo, los intercambios comerciales (cadenas de suministro), la aglomeración de la actividad productiva, el uso y conservación de los recursos naturales, el estudio de las cuencas, los patrones de producción agropecuaria o la diferenciación entre el espacio urbano y el rural, entre otros. Todos estos fenómenos se relacionan con la ubicación y aglomeración de actividades, la conectividad e interacción espacial o la accesibilidad. Su surgimiento o evolución, obedece al comportamiento espacial de diversos agentes socioeconómicos. Las conexiones funcionales que se dan entre los asentamientos de la región urbana generan un espacio-red, en el cual cada función genera interacciones que se yuxtaponen con las de otras funciones. Las conexiones fluyen por la infraestructura de transporte carretero o ferroviario o las supercarreteras del Internet de banda ancha.

En suma, un enfoque en la región urbana se centra en la comprensión integral de los procesos de urbanización y desarrollo urbano a partir de la atención en la forma urbana que emerge de la agrupación espacial de áreas o asentamientos urbanos en una región, de las relaciones que se dan entre las ciudades que la integran o de las particularidades de los territorios que se constituyen a partir de las interacciones entre el medio urbano y el natural. En la región urbana conviven una o más ciudades centrales, ciudades medianas o pequeñas y una variedad de pueblos; y se desarrollan relaciones funcionales entre sus componentes que son de suma relevancia en la integración de mercados de trabajo o de servicios, en el encadenamiento de actividades económicas o en la consolidación de la identidad territorial.

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